domingo, 22 de agosto de 2010

La VIDA después de TRELEW y la lucha por la JUSTICIA


 París, 5 de agosto de 2010. Queridos Compañeros : Les pido a todos que difundan, publiquen en diarios de su región,en radios, etc. el comunicado que les mando como recordatorio para el próximo 22 de agosto. Es muy importante, ya que el juicio se ha postergado y no tenemos fecha para su realización, ésto puede ayudarnos a que se aceleren las cosas .También les adjunto un artículo que escribí para que tengan todos los detalles de lo que ocurrió.Les agradezco en nombre de la Verdad, la Memoria y la Justicia.
Un abrazo fraternal
Alicia Bonet

La VIDA después de TRELEW y la lucha por la JUSTICIA

«Pensad que ésto ha sucedido, os encomiendo estas palabras»
Primo Levi sobreviviente de los campos de concentración nazis.


Ell 15 de Agosto de 1972, un grupo de 6 dirigentes de FAR, Montoneros y ERP integrado por Mario Roberto Santucho, Roberto Quieto, Fernando Vaca Narvaja, Enrique Gorriarán Melo, Domingo Menna y Marcos Osatinsky logran fugarse del penal de máxima seguridad de Rawson y abordar un avión en el aeropuerto de Trelew, esperaron al resto de compañeros. El avión es tomado y despega con rumbo a Chile y a Cuba. El segundo grupo integrado por miembros de dichas organizaciones llega al aeropuerto con retraso sin posibilidad de despegar. Toman el Aeropuerto de Trelew 19 compañeros: Ana Villarreal de Santucho, Carlos Astudillo, Eduardo Capello, Carlos del Rey, José Mena, Clarisa Lea Place, Humberto Suarez, Humberto Toschi, Jorge Ulla, Mario Delfino, Alfredo Kohon, Miguel Angel Polti, Mariano Pujadas, Ricardo Haidar, Susana Lesgart, María Angélica Sabelli, María Antonia Berger, Alberto Camps y mi esposo Rubén Bonet después serán conducidos a la Base Almirante Zar.

Fué la mas grande operación que se concibió de manera unitaria por las organizaciones peronistas y no peronistas en esos años de militancia.

El gobierno del Gral. Lanusse declara el Estado de Emergencia y la zona queda bajo el mando de V Cuerpo del ejército.

Al enterarnos de la fuga, familiares de los compañeros decidimos viajar a Rawson y alquilamos una avioneta. Por su lado, los abogados de los compañeros (Los Dres, Ortega Peña, Duhalde, Galin, Gonzalez Garland y Mattarollo) viajan también a Rawson en remises.

Estos compañeros eran muy jovencitos (entre 20 y 30 años), la mayoría de los familiares eran los padres, eran pocos los que ya tenían esposa e hijos. En Rawson, nos vamos unos a hablar con los militares que estaban al mando en la región, otros, con la iglesia y otros con políticos. Queríamos que les hagan llegar mantas y comida y sobretodo que supieran que nos estábamos ocupando de ellos. Pero nadie nos escuchó, seguimos tratando de hacer algo y nos detuvieron.

En la comisaría de Rawson, estaba con los padres de Mariano, de Susana, de Maria Angélica, entre otros, nos tomaron las impresiones digitales y nos hicieron el prontuario mientras nos "aconsejaban" que volviéramos a nuestras casas. Esta era la condición para liberarnos. Los "viejos" no podían creer que se las agarraran con ellos y me decian: "yo soy medico en mi pueblo y lo único que quiero saber es cómo esta mi hija, ¿por qué no me van a dejar acercarme a ella?" - "Si mi hijo hizo lo que considero que tenía que hacer, ¿Por qué se la agarran conmigo?" - "Che ¿te parece que tengo cara de gangster?". Tenian fuerza, humor, orgullo por el camino que habían elegido sus hijos. Para salir, prometimos a los policías que nos iríamos a nuestras casas.

Nos fuimos a Trelew y seguimos buscando información. Yo era maestra y colaboraba con "Nuevo Hombre" de esa manera conseguí fotos del aeropuerto cuando estaba tomado y una cinta grabada por la televisión de la Conferencia de Prensa. En esa cinta, los compañeros explican las razones de sus luchas y las negociaciones antes de entegrarse. En ese momento, se encontraba con ellos en el aeropuerto los periodistas del diario Jornada y Chubut, el Dr. Mario Abel Amaya, abogado, el Juez Godoy y el Dr. Viglione, médico que los revisó y verificó que se encontraban en buen estado de salud. En las negociaciones, autorizan su traslado nuevamente a la cárcel de Rawson: El Capitán Sosa da "su palabra de honor". Mariano habla en nombre de Montoneros, Maria Antonia de la FAR y Rubén del ERP. Firman un acta. Sin embargo, finalmente se los llevan a la Base Almirante Zar.

Esa Conferencia de Prensa queda inmortalizada en la pelicula "Ni olvido, ni perdon" de Raymundo Gleyzer.

Intentamos ir a la Base pero había militares por todos lados controlando, nos vuelven a detener y nos llevan a la comisaría de Trelew. Los abogados se enfrentan a un hermético cerco de silencio que les impide todo contacto con los detenidos de la Base y de la carcel de Rawson. Los detienen también para su identificación, al igual que los chóferes de los remises que los condujeron. Los Doctores Amaya y Solari Irigoyen que eran abogados locales tampoco logran tomar contacto con los presos y el Dr. Amaya queda detenido. Los jueces Quiroga y Godoy no reciben ninguna petición ni habeas corpus de los abogados. Los abogados convocan una Conferencia de Prensa en el estudio del Dr. Romero y del Dr. Amaya. Poco después, el estudio es allanado. Lo que obliga a realizar sus declaraciones en la calle. Al día siguiente, decidimos todos regresar a nuestras casas.

El 22 de Agosto, muy temprano, escucho en la radio, una de las primeras versiones de los militares diciendo que los compañeros presos en la Base intentaron fugarse, que hay muertos y heridos. Inmediatamente, todos los familiares nos ponemos en contacto con los abogados. Nos dicen que nos vayamos directamente al Aeroparque para viajar a Trelew, sobre todo nos aconsejan no pasar por sus oficinas ni por la Asociación Gremial de Abogados donde solíamos reunirnos, porque habían recibido amenazas de muerte.. Poco después una bomba explota y destruye el local de la Asociación.

Yo explico a mis hijos, Hernán de 5 años y Mariana de 4 años que les llevo "curitas" para curar a papá y a los tíos y a las tías que se habían peleado con los militares (ellos hacia dos años que visitaban a su papá en las cárceles de Devoto y de Rawson) y los dejo con una prima mía.

Tomo un taxi aéreo con varios familiares y los Dres. Landaburu, Sandler, Cavilla y Lombardi, me llevan primero a mi, hasta Bahía Blanca porque Rubén está en la lista de heridos por los anuncios de la radio y prensa para ir al Hospital Naval donde se encontraban los heridos. Ellos siguen rumbo a Rawson donde están los muertos. Cuando voy con un abogado que me vino a buscar al Hospital Naval de Bahía Blanca, anuncian por la radio que Rubén acaba de morir. En el hospital naval me informan que nunca llego ahí Rubén, solo estaban Haidar, Camps y Berger. Regreso, entonces a Ezeiza para recuperar el féretro. Al llegar, recupero a mis hijos y nos enteramos que los cuerpos de los compañeros los enviaron a sus lugares de nacimiento; en Rosario, Córdoba, Tucumán, Entre Ríos, Santa Fé, Santiago del Estero, Capital y a Pergamino en mi caso. Seguramente, viendo las manifestaciones estudiantiles y populares que se estaban produciendo espontáneamente en todos lados, los militares deciden de esta manera evitar todo funeral popular. A Capital, llegan los cuerpos de Eduardo Capello, Maria Angélica Sabelli y Ana Maria Villarreal de Santucho. Quienes serían velados en la Sede Justicialista de Avenida de La Plata y posteriormente desalojados brutalmente.

Tomo un ómnibus para ir a Pergamino con mis hijos, les explico que no se pudo curar a papá y a los tíos y tias que estaban muertos. Mariana, mi hija quería saber si el tío Chupete había muerto también (Eduardo Capello, era su preferido). Empezaron a hacerme preguntas sobre la muerte "¿cómo se hace para respirar y comer dentro de un cajón?" Hicieron dibujos para su papá, que pegué en el cajón.

Mientras yo estaba convencida que jamás, ni Rubén, ni Mariano, ni los otros compañeros podían haber hecho un solo gesto para fugarse. Tenían una fuerte moral revolucionaria, ya habian sido torturados y sabían que estaban rodeados por la Marina, que el lugar estaba en medio del desierto, que no tenian comunicación con el exterior. Simplemente yo pensaba que los habían matado a sangre fría, a pesar de las versiones "oficiales" que aumentaban la confusión. En esos años, no había antecedentes que se hubiera matado a un grupo tan grande de presos políticos en el país y todos comenzamos a hablar de "Masacre", hasta gente que no estaba de acuerdo con los grupos armados.

Cuando llego a Pergamino, de la misma manera que a todos los familiares fuimos interrogados por la policia, se tenia que firmar una orden militar para que no hubiera ceremonia, velatorio, y que se enterrara inmediatamente al familiar. Para mí, era imposible aceptar estas condiciones, yo quería comprobar que el que estaba en el cajón era Rubén y lo que le habían hecho. Por eso, dejé el cajón en la morgue y empecé a realizar gestiones con la policía para poder abrir el cajón. No fue fácil, ya que hicieron circular en el pueblo, que el ERP iba a recuperar el cuerpo con lo cual el cementerio estaba rodeado de militares. Al final, entre amenazas y tratativas, me permiten identificarlo. Entro con un lápiz y un papel, escribo todo lo que veo; era Rubén, tenia hematomas, tenia especies de grandes lunares (después supe que era la entrada de balas) y una parte de la cabeza destrozada.

Me entero, luego, que en diferentes lugares del pais se abrieron los cajones, que había enormes manifestaciones y que con tanques habían desalojado la Sede Justicialista.

A partir de ese momento, estaba convencida que no se podía ocultar la verdad de lo que había pasado, era necesario denunciarlo para que no se continuara matando con total impunidad.

Unos días después inicio el juicio caratulado "Alicia de Bonet contra el Estado Nacional (Comando en Jefe de la Armada)" en el Juzgado de primera instancia n°6. El juez ordena la autopsia de Rubén. En la autopsia, se menciona 3 heridas de bala de distancia (no mortales)y una herida en la cabeza de bala de otro tipo de proyectil, disparado a corta distancia por lo cual se verifica que es "un tiro de gracia" que según escribieron los médicos forenses es mortal..

El mismo juicio lo inicia la familia de Ana Villareal de Santucho representada por la Dra. Manuela Santucho. El 26 de Octubre 1972 acompaño a mi abogado Dr. Mario Diehl Gainza a la cárcel de Villa Devoto donde se constituyó el tribunal, para tomar declaraciones a los tres sobrevivientes. Están presentes todos los abogados de los compañeros. Primero declara Alberto Camps, luego Ricardo Haidar y finalmente Maria Antonia Berger quienes a pesar de estar heridos e incomunicados nombran al Teniente Bravo, al Suboficial Marechal, al oficial Sosa y explican con detalles similares cómo procedieron a fusilarlos. Entre lo que relatan dicen que Rubén se encontraba en el piso de la enfermería de la Base Almirante Zar, sin asistencia médica, pero vivo, hasta las 12h 30 en que ellos son trasladados al Hospital Naval de Bahía Blanca en avión. La partida de defunción que me entrega la Marina dice: fallece el 22 de agosto de 1972 a las 12h55 por muerte violenta. ¿Quién y por qué fusilaron 2 veces a Rubén? Espero sus respuestas en el juicio.

Estos testimonios fueron recogidos por Francisco Urondo el 23 de mayo 1973 en la cárcel de Villa Devoto, los publicó en dos libros "Trelew" y "Trelew, La patria fusilada".

El Juicio siguió su curso hasta 1974, en que empezó a actuar las triple A con sus asesinatos y bombas. Cuando asesinaron al abogado de Rubén, el Dr Rodolfo Ortega Peña, hablé con los padres de Mariano, Susana, de Clarisa y me decían "pero querida, no te preocupes por nosotros, somos personas mayores, cuídate vos y los chicos". No podian imaginar tanta crueldad!!!

Juan Gelman escribe, en 1972 "Glorias", versos premonitorios de lo que iba a suceder :

..¿Acaso no está corriendo la sangre de los fusilados en Trelew?...

...¿hay algún sitio del país donde esa sangre no esté corriendo ahora?....

Relataré algunos de los casos de "la sangre que siguió corriendo " después de Trelew:

- Alberto Camps está desaparecido desde el 16 de agosto de 1977.

- Maria Antonia Berger está desaparecida desde 1979 y su cuerpo fue mostrado en la ESMA como trofeo

- Ricardo Haidar está desaparecido desde 1980.

- Roberto Quieto fue secuestrado y está desaparecido desde 1975,

- Marcos Osatinsky fue ejecutado en 1975, sus hijos José y Mario de 18 y 15 años murieron en un enfrentamiento en su domicilio, su esposa Sara fue secuestrada,

- Mario Santucho murió en un enfrentamiento en 1976, gran parte de su familia permanece desaparecida (hermanos, esposas, sobrinas). Entre ellos la Dra.Manuela Santucho.

- El padre y el hermano de Fernando Vaca Narvaja fueron asesinados en 1976.

El 14 de agosto de 1975 fueron secuestrados los padres de Mariano Pujadas, José María y Josefa junto a su hija Maria José, su hijo José Maria y su compañera Mirta. Fueron ametrallados, dinamitados y tirados sus cuerpos en un pozo: Mirta se salva y muere años después de las secuelas.

Arturo Lea Place padre de Clarisa fue matado y su hermano Luis detenido .Una vez liberado abandonó el país.

El hermano de Eduardo Capello, Jorge es secuestrado junto con su compañera Irma y el hijo de ella de 12 años. Están desaparecidos.

El padre y el hermano de Astudillo fueron asesinados.

El hermano de Susana Lesgart, Rogelio es arrestado en 1976, sus hermanas María Amelia y Adriana se encuentran desaparecidas desde 1979.

Muchos familiares han sobrevivido por haber vivido clandestinamente y/o haber salido del país.

Raymundo Gleyzer está desaparecido desde mayo de 1976.

Paco Urondo es asesinado en un enfrentamiento junto a su mujer en marzo de 1976

.El 22 de agosto de 1976 se descubren 60 cuerpos de personas que habían sido secuestradas por las Fuerzas Armadas.

Los presos políticos y sindicales de las cárceles del país en especial los de Rawson fueron duramente castigados, muchos de ellos están desaparecidos o tuvieron que salir del país.

Entre 1974 y 1983, hubo más de 200 abogados, asesinados y desaparecidos, en el ejercicio de su profesión; defendiendo el derecho a la libertad y a la vida de presos políticos y sindicales. Con ellos se eliminó la defensa legal y se silenció la Justicia. Los que pudieron salvarse vivieron en la clandestinidad hasta salir del pais.

La población de Rawson y de Trelew sufrió persecución, tortura, por haber sido testigos, apoderados, sindicalistas, políticos, periodistas, amigos, médicos, docentes, obreros, estudiantes o miembros de la comisión de solidaridad con los presos

de Rawson y de Trelew.

Estas informaciones no son exhaustivas, sólo son una parte del iceberg que constituyó en nuestro país la aplicación de la política llamada de "Terrorismo de Estado" que se tradujo por la eliminación física de todos aquellos que se suponía opositores al régimen gubernamental vigente, sin respeto de ninguna ley nacional o internacional de protección de la vida de las personas y que culmino con los 30 000 muertos y desaparecidos.

Me casé en segundas nupcias el 17 de mayo de 1974 y en julio de 1974, pasé a vivir en la clandestinidad con mi familia, cuando mis compañeros de trabajo de la docencia me avisaron que los militares habían ido a buscarme a la escuela y que la directora había recibido la orden de mi captura de parte de la Marina. En 1975 di a luz mi tercera hija en la clandestinidad. En 1977, después de varios años de cambios de domicilio, de cambios de escuelas para los chicos que estaban anotados con otros nombres, salimos del país con documentos falsos a Brasil y allí pedimos el asilo político y finalmente fue Francia que en 1978 nos reconoció como refugiados políticos.

Una vez restablecida la democracia en Argentina, comencé a mandar cartas a los presidentes argentinos para que se hiciera justicia por Trelew. Traté de reabrir el juicio iniciado pero había sido destruído en los Tribunales.

En 2005 fui invitada junto a otros familiares y ex- presos de Rawson a los actos oficiales de conmemoración de los 33 años de la Masacre de Trelew. Fuimos recibidos por la Secretaria de Derechos Humanos de Chubut, Sra. Elisa Martinez, por el Subsecretario Dr. Mattarollo y el Secretario de Derechos Humanos de la Nación Dr. Dualhde y más tarde por el Sr. Presidente de la Nación Dr. Kirchner.

Por primera vez despues de 33 años que se reclamaba justicia éramos escuchados por las más altas autoridades del país.

Se pidió que se reabra el Juicio de Trelew. (El primero de enero de 2006, se comenzó la Querella).

Se pidió que se transformara el Aeropuerto de Trelew en Monumento a la Memoria.

(El 22 de agosto de 2007 fue inaugurado).

Cuando se inició la Querella contra el Estado, nuevamente comenzaron a llover las amenazas por parte de personal de la base, sobre algunos de los testigos y poco después se denunciaban a los Servicios de Inteligencia de la Marina, situados en la Base de Trelew por sus actuaciones. Fueron detenidos y procesados por espionaje.

En la actualidad el juez federal Hugo Sastre a cargo de la querella, y los abogados del CELS han realizado las actuaciones necesarias.

Se encuentran imputados en la causa:, entre otros: Rubén Norberto Paccagnini, jefe de la Base en 1972, el ex Contralmirante Horacio Mayorga, el ex Capitán de Navío Jorge Enrique Bautista, el ex Cabo Carlos Sosa, el ex Cabo Carlos Marandino y el ex Capitán Jorge del Real, se ha pedido la extradición del ex Teniente Roberto Guillermo Bravo, "ciudadano norteamericano".

Por primera vez, en la víspera de la apertura del Juicio de Trelew, puedo tener confianza que el compromiso que asumí junto a mis hijos por la Memoria, la Verdad y la Justicia de la Masacre de Trelew se transforme en realidad.

Sra Alicia L. de Bonet – Krueger

22 de agosto de 2010

sábado, 27 de marzo de 2010

Con tiempo para ir a Guantánamo


Es uno de los autores materiales de la Masacre de Trelew. Página/12 reveló que se había reciclado en Florida. La sentencia de extradición estaba prevista para el 2 de abril, pero Bravo pidió más tiempo, entre otras cosas, porque tuvo que viajar a Guantánamo.

 Por Diego Martínez

A menos de un mes del inicio del juicio por la Masacre de Trelew, ocurrida el 22 de agosto de 1972 en la base Almirante Zar, el teniente de navío retirado Roberto Guillermo Bravo, identificado por los sobrevivientes como quien recorrió los calabozos para dar los tiros de gracia y ciudadano norteamericano desde 1987, obtuvo el jueves una señal alentadora por parte de su patria adoptiva. Pese a que hace ya dos años admitió en un memorándum de su empresa RGB Group Inc. que dedicaba “tiempo y esfuerzo a limpiar su nombre”, el juez Robert Dubé, miembro de la Corte de Florida, le concedió sin fundamentos ochenta días de prórroga: no dictará la sentencia de extradición el 2 de abril, como había previsto, sino el 23 de junio. El expediente, al que accedió Página/12, incluye un dato notable: Bravo acaba de viajar a Guantánamo como jefe de la Fuerza de Tareas sobre Tratamiento de Enemigos Combatientes de la American Bar Association.

El Ñato Bravo era jefe de turno la madrugada de la masacre. Los sobrevivientes María Antonia Berger, René Haidar y Alberto Camps, caídos para siempre en la siguiente dictadura, lo señalaron como el encargado de rematar a los fusilados. El juez federal de Rawson, Hugo Sastre, ordenó su detención el 9 de febrero de 2008. Diez días después Página/12 reveló que Bravo vivía en Florida y era dueño de RGB Group Inc., firma que lleva sus iniciales, factura millones de dólares y provee de servicios médicos a fuerzas militares norteamericanas.

El 7 de marzo de 2008, según escribió el fiscal Jeffrey Sloman cuando pidió no dilatar la extradición, el marino devenido empresario admitió en un memorándum dirigido a clientes y colegas que debía dedicar “tiempo y esfuerzo a limpiar su nombre”, e informó que daba “un paso al costado” con el fin de “eliminar distracciones” que pudieran afectar a la empresa. “No voy a permitir que acusaciones basadas en hechos distorsionados sigan sin tener respuesta”, advirtió. “Como ciudadano norteamericano estoy listo para responder a estos cargos a través de nuestro sistema judicial (sic) y cuando sea el momento. Mis abogados también tomaron medidas para confrontar esta persecución política vengativa”, sostuvo.

La detención se concretó el 25 de febrero, cuando la tarea de higienizar su nombre con el respaldo de sus abogados llevaba casi dos años. A la semana recuperó la libertad, luego de pagar en efectivo 25 mil dólares sobre un total de 1,2 millón que el juez Dubé le fijó como fianza. El magistrado le retuvo entonces el pasaporte, le prohibió salir del estado de Florida, le retiró el permiso para navegar y anunció para el 2 de abril la audiencia para dirimir la extradición.

Al solicitar la prórroga, el abogado Neal Sonnett argumentó que su cliente no era extraditable por cuanto el pedido de la Argentina se enmarcaba en una “ofensa política” que no describió. Agregó que Bravo fue amnistiado en 1973, causal que el juez Sastre y la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia rechazaron ante planteos de otros imputados por considerar que el fusilamiento de los presos políticos fugados de la cárcel de Rawson era un delito de lesa humanidad, imprescriptible e inamnistiable. Al enumerar las tareas que le impidieron a Bravo avanzar en la lectura del expediente, que recibió en castellano e inglés, Sonnett apuntó un “procedimiento quirúrgico”, viajes de negocios, su actuación como miembro del directorio de la American Bar Association y como jefe de la Fuerza de Tareas de Tratamiento de Combatientes Enemigos de ese organismo, “incluido un viaje a Guantánamo la semana pasada”. La misión de la task force sería la elaboración de leyes para fijar estándares claros sobre los procedimientos aplicables a los “combatientes enemigos” que tienen ciudadanía norteamericana en la cárcel de la Bahía de Guantánamo.

El fiscal Jeffrey Sloman, que representa en el caso los intereses del Estado argentino, argumentó que la detención no pudo haber tomado por sorpresa a Bravo, explicó que llevaba dos años preparando su respuesta al pedido de extradición y citó como pruebas el memo de RGB Group Inc. y un artículo con declaraciones de su abogado publicado por el diario Miami Herald en marzo de 2008. El fiscal destacó “la naturaleza y el propósito limitado de una audiencia de extradición”, explicó que no era el momento “de contradecir evidencia” ni de “establecer una defensa de los crímenes alegados”, le reclamó al juez Dubé que “procediera expeditivamente” pero no logró conmoverlo. En media carilla, sin emitir ningún fundamento, el magistrado resolvió postergar su sentencia para el 23 de junio. Ese día se sabrá si garantiza la impunidad de Bravo o si concede la última palabra al Departamento de Estado.

Los imputados en condiciones de ser juzgados por el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia son seis: los capitanes Luis Emilio Sosa y Emilio Jorge del Real y el cabo Carlos Amadeo Marandino como autores directos de dieciséis homicidios agravados por alevosía y premeditación, más tres en grado de tentativa. Como cómplices necesarios serán juzgados el contraalmirante Horacio Mayorga, enviado por el gobierno de facto de Agustín Lanusse tras la fuga del penal de Rawson, y el jefe de la base Zar, capitán Rubén Paccagnini. El responsable del sumario interno que respaldó la falacia del intento de fuga, capitán Jorge Bautista, será juzgado por encubrimiento. El Centro de Información Judicial informa en su sitio web que el juicio comenzará el próximo 22 de abril.

martes, 2 de marzo de 2010

Masacre de Trelew: la Justicia de Miami otorgó la libertad provisional al teniente Bravo


El juez federal de Miami, Robert Dubé concedió la libertad provisional, tras fijar una fianza de 1,2 millones de dólares, al teniente de Navío Roberto Guillermo Bravo, implicado en la denominada Masacre de Trelew.

Antes de otorgarle la libertad provisional el magistrado norteamericano le fijó a Bravo una fianza de 1,2 millones de dólares, además de ordenar la retención del pasaporte del teniente de Navío, prohibirle su salida del Estado de Florida y retirarle su permiso para navegar y que Dubé fijó una audiencia para el 2 de abril próximo en la Corte de Miami para comenzar a dirimir la extradición solicitada por el gobierno argentino.

El ex militar, acusado de participar en la Masacre de Trelew, recuperó su libertad a menos de una semana de su detención, el 25 de febrero último, tras el pago de 25 mil dólares en efectivo, el 10 por ciento de la fianza fijada por el juez federal. Bravo, quien permanece prófugo de la justicia argentina, reside en Estados Unidos desde 1977 y posee la ciudadanía norteamericana, y dueño de la firma RGB Group Inc., que brinda servicios médicos a las fuerzas armadas de los Estados Unidos.
Está imputado como uno de los autores materiales de la Masacre de Trelew, el 22 de agosto de 1972.

Se informó que la Cancillería a través de funcionarios del Palacio San Martín se encuentran "en permanente contacto" con el Departamento de Justicia de Miami "a fin de reforzar la argumentación que presentará el próximo 2 de abril el fiscal en la audiencia fijada por el magistrado para determinar los méritos de la solicitud de extradición", y aportará toda la documentación necesaria" para que en la audiencia del 2 de abril "revoque la libertad bajo fianza y permita la extradición" para que Bravo sea juzgado en la Argentina.

Bravo, quien está sindicado como uno de los autores directos del asesinato en la Base Almirante Zar el 22 de agosto de 1972 de 16 prisioneros políticos, fue detenido en Miami el último 25 de febrero a solicitud de la Justicia argentina.

En tanto, las actuaciones que elevó el juez federal Hugo Sastre, quien atiende en la causa caratulada "Sosa, Luis Emilio; Bravo, Roberto Guillermo y otros por privación ilegítima de la libertad, torturas y homicidio agravado", se aprestan a ingresar en la etapa de juicio oral y público contenidas en 29 cuerpos de 200 fojas cada uno, con documental, fotos, prueba fílmica y libros.

En la mencionada documentación se detalla cómo fueron acribillados 19 militantes políticos de izquierda, 16 de los cuales murieron en el acto y los restantes resultaron gravemente heridos.

La "Masacre de Trelew" ocurrió "en la madrugada del 22 de agosto de 1972, siendo aproximadamente entre las 2,30 y 3,30 cuando Sosa, en compañía del teniente Bravo (prófugo), Capitán Emilio Del Real y el Capitán Herrera (fallecido) se presentaron en el lugar de detención de la base aeronaval almirante zar", relata la elevación.

"Encontrándose como guardia el cabo Marandino, se les ordenó a los detenidos que doblaran sus mantas y sacaran los colchones para que los dejaran en el extremo del pasillo por donde se ingresaba a dicho sector, luego de lo cual se los hizo formar en fila en el pasillo", describe el auto de elevación.

Las víctimas "estaban orientadas hacia el ingreso del mismo algunos y otros hacia las celdas de enfrente y disponiendo que miraran hacia el suelo, tras lo cual junto con los otros oficiales y suboficiales abrieron fuego contra los detenidos" indica el texto que Sastre dirigió a la cámara al cual tuvo acceso Télam.

Como consecuencia de los disparos fallecieron Rubén Pedro Bonet, Jorge Alejandro Ulla, Humberto Segundo Suárez, José Ricardo Mena, Humberto Adrián Toschi, Miguel Angel Polti, Mario Emilio Delfino, Alberto Carlos Del Rey, Eduardo Campello, Clarisa Rosa Lea Place, Ana María Villarreal de Santucho, Carlos Heriberto Astudillo, Alfredo Elías Kohon, María Angélica Sabelli, Mariano Pujadas y Susana Lesgart.

La nota aclara que "en el caso de Antonia Berger, Alberto Miguel Camps y Ricardo René Haidar no lograron el resultado de muerte, ya que fueron heridos gravemente y actualmente están desaparecidos en hechos posteriores al relatado".

La elevación dice además que "este cuadro fáctico ha sido calificado jurídicamente como homicidio doblemente agravado por alevosía y por ser ejecutado con el concurso premeditado de dos o mas personas (16 hechos) y homicidio doblemente agravado por alevosía en el grado de tentativa (3 hechos) todos en concurso real".

En el lugar del fusilamiento la instrucción determinó la participación de seis cuadros de la Armada: Luis Emilio Sosa, teniente Roberto Bravo, capitán Emilio Del Real, Capitán Herrera (fallecido), Carlos Amadeo Marandino y el cabo Marchand (fallecido). Como cómplices necesarios serán juzgados el contraalmirante Horacio Mayorga, enviado por el gobierno de Alejandro Lanusse tras la fuga del penal de Rawson, y el jefe de la base Zar, capitán Rubén Paccagnini. El responsable del sumario interno que respaldó la falacia del intento de fuga, capitán Jorge Bautista, será juzgado por encubrimiento. Según el relato de los sobrevivientes de la masacre, a quienes el poeta Francisco Urondo entrevistó en la cárcel de Villa Devoto el 24 de mayo de 1973, Bravo era jefe de guardias, participó del fusilamiento y recorrió luego los calabozos para dar los tiros de gracia.